Seamos sinceros, ¿cuántas veces pensaste en hacer unas croquetas de calabaza?.
Unas cuantas, imagino.
Bien, pues ahora dime, ¿cuántas veces pensaste en hacer croquetas de calabaza y queso gorgonzola?.
Ahí es a donde quería llegar.
Si no tenías ni idea que la combinación calabaza-gorgonzola está de muerte, sigue leyendo, esto te va a interesar.
Croquetas sin bechamel
Sí, como lo oyes.
Para estas croquetas de calabaza y queso gorgonzola no tienes que preparar bechamel.
El queso gorgonzola y la calabaza cocinados juntos forman una crema tan espesita que no hace falta harina para ligar estos ingredientes. Toma ya.
Si por esa razón prefieres llamarles bolitas, buñuelos o cualquier otro nombre, ya es tu decisión, eres libre.
Quédate con el detalle importante, sin bechamel es mucho más fácil.
No es necesario coger el punto de la harina.
No te vas a preocupar por los grumos (pequeñas bolitas de harina que incordian mucho y estropean una bechamel).
Queso gorgonzola, el elegido para estas croquetas
El gorgonzola es un queso azul, tierno, untuoso, cremoso y con ligeras vetas de moho.
Procede del norte de Italia, pero no resulta nada difícil encontrarlo en cualquier supermercado europeo.
Se elabora en dos variedades diferentes, dulce y picante.
El gorgonzola picante tiene una textura firme y quebradiza. Su uso culinario es más limitado que el gorgonzola dulce.
Para mis croquetas escogí la variedad dulce, no solo por su sabor, que combina a las mil maravillas con la calabaza.
Su cremosa y untuosa textura fue un factor determinante.
Por algo en Italia utilizan el gorgonzola para hacer salsa de pasta y un risotto cremoso, muy cremoso.
Aviso: Cuando vayas a comprar el gorgonzola compra más cantidad que la indicada en la receta. Al final del post te explico porqué. 😉
Receta de croquetas de calabaza y queso gorgonzola

- 400 grs. de calabaza limpia.
- 150 grs. de cebolla.
- 150 grs. de queso gorgonzola.
- 4 quesitos (50-60 grs.).
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Nuez moscada, sal y pimienta.
- Harina, huevo y pan rallado.
- Aceite para freír.
Pica la cebolla muy finita y fríe en una sartén con las 3 cucharadas de aceite de oliva. Hazlo a fuego lento hasta que la cebolla se ponga transparente y tierna. Vigila que no coga color, no es necesario.
Limpia la calabaza de piel y pepitas. Y aquí soy un poco pesada, te digo que la limpies bien porque la piel es amarga y cualquier resto puede arruinar las croquetas.
Corta la calabaza en dados, pon en un bol y cocina durante 10 minutos en el microondas a la máxima potencia. 12 minutos si tu microondas no tiene más de 800W.
Añade la calabaza cocinada a la cebolla y salpimenta a tu gusto. Una cucharadita de nuez moscada queda fenomenal, pero no es imprescindible.
Cocina a fuego lento 10 minutos.
Corta el gorgonzola en trozos y añade a la sartén junto con los quesitos.
Remueve suave y espera a que se funda el queso lentamente.
Notarás como el aroma tan peculiar del gorgonzola inunda tu cocina. La crema está lista para probar, tu dirás si está bien de sal o necesita un poco más.
Pasa la crema a una bandeja, tapa con un film y deja reposar hasta que enfríe. Primero a temperatura ambiente y después en la nevera. Mínimo de 2 a 4 horas.
Puede estar más tiempo, toda la noche si vas a hacer las croquetas al día siguiente.
Es el momento de hacer pequeñas bolitas de felicidad.
Coge porciones de masa, dale forma redonda y reboza en harina, huevo batido y por último en pan rallado.
Fríe en abundante aceite caliente hasta que las croquetas se doren.
Escurre bien y ponlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Consejos para variar cantidades
Suelo poner aquí consejos para variar ingredientes pero la receta de estas croquetas es tan simple que no admite variación.
Puedes cambiar las cantidades.
400 grs. de calabaza dan un sabor muy intenso.
Si es tu primera vez y quieres algo más suave utiliza 300 grs. de calabaza y mantén el resto de los ingredientes.
Tres partes de gorgonzola (150 grs.) y una de quesitos (50 grs.) es una proporción variable.
Puedes reducir la cantidad de queso azul y utilizar 100 grs. de quesitos y 100 grs. de gorgonzola.
No quites más gorgonzola o las croquetas perderán toda la «gracia».
Vídeo receta
Ya te dije al principio que compraras más gorgonzola.
Este suave y untuoso queso es una delicia como postre, aperitivo o incluso como desayuno (si te entra el queso azul a esas horas de la mañana).
Untado en tostadas con un poco de membrillo este queso, para el desayuno, está de muerte.
Acompañado de uvas y ciruelas pasas se convierte en un postre rico, dulce y saludable.
Gorgonzola con almendras y nueces, aperitivo perfecto para abrir el apetito.
Y por encima sirve para hacer croquetas, salsas cremosas y espesar un risotto. 😉
Yo soy fan del gorgonzola. ¿Y tú?.
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