Para la sobremesa, para desayunar, para merendar o porque te apetece.
El bizcocho es ese dulce especial por su sencillez.
Un dulce que suele gustar a toda la familia y que entra bien a cualquier hora del día.
Pones todo tu empeño en la elaboración y cuando vas a sacar el bizcocho del horno…
▪️ Tiene un aspecto fabuloso y de repente empieza a hundirse.
▪️ No es homogéneo, la parte de abajo está apelmazada.
▪️ Está crudo, a pesar de que has respetado el tiempo de horno.
▪️ Tiene buen aspecto, pero está seco, parece de paja.
A mí me ha pasado un montón de veces.
En el momento de hacer un bizcocho le pongo mucha ilusión y ganas.
Invierto tiempo, dinero en los ingredientes, y una hora después… Horror, eso que ha salido del horno o bien no es comestible o tiene un aspecto penoso.
¿Es tan difícil hacer un bizcocho esponjoso?.
¿Por qué crecen tanto en el horno y luego se desinflan?.
¿Por qué salen apelmazados o secos?.
Solo encontré una forma de averiguar todas las respuestas a este problema, armarme de paciencia y empezar a hornear a diario.
Unos cientos de bizcochos más tarde obtuve la experiencia y el conocimiento suficiente para darme cuenta de que no era una labor tan complicada.
Mis bizcochos salían del horno con un aspecto fabuloso. Su sabor había mejorado notablemente, por no hablar de la textura.
Al fin tenía unos bizcochos esponjosos, ricos y tiernos.
Por eso ahora me dispongo a revelarte todos los trucos que he aprendido durante ese tiempo.
Todas esas cosas que me hubiera gustado saber desde el principio, cuando todavía no tenía experiencia ni conocimiento en el arte de hacer bizcochos.
Con estos 6 trucos tus bizcochos van a mejorar mucho.
Solo tienes que leer y aplicar en el momento de la elaboración, nunca más correrás riesgos a la hora de hornear.
Tabla de contenidos
Truco 1. La mezcla tiene que se exacta, es cuestión de química
Cada ingrediente tiene una función específica en el proceso y va a provocar una reacción química al mezclarse con los demás ingredientes.
Es muy importante utilizar la cantidad exacta de ingredientes.
No lo hagas a ojo ni modifiques las cantidades que indica la receta.
Pesa rigurosamente todos los ingredientes en una báscula de cocina antes de empezar la elaboración (necesitas una báscula que pese gramos).
¿Todavía no tienes la báscula apropiada?.
Te dejo aquí una sugerencia. Esta báscula tiene buenas opiniones y un precio más que razonable.
Truco 2. La temperatura de los ingredientes
La temperatura de los ingredientes que se usan en un bizcocho juega un papel importante en el resultado final.
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, en especial los huevos y las grasas, incluso la fruta si la receta lleva este ingrediente.
Saca los ingredientes de la nevera un par de horas antes de empezar.
¿Te has olvidado de quitar los ingredientes del frigo?.
No pasa nada, hay solución.
Para atemperar huevos sumérgelos en agua caliente unos minutos.
La mantequilla puedes rallarla o cortarla en trozos muy pequeños, así coge antes la temperatura ambiente.
Para el yogur, si el envase es hermético, usa el mismo truco de los huevos. Otra opción es volcarlo en un recipiente y remover.
Truco 3. El arte de mezclar los ingredientes
No vale mezclar los ingredientes de cualquier forma, hay que seguir un orden.
Primero los huevos con el azúcar, luego las grasas (aceite, mantequilla, yogur, leche, nata) y por último los ingredientes en polvo (la harina, el cacao, el elevador químico…).
La clave para hacer un bizcocho esponjoso es añadir aire en cada parte del proceso.
Te aconsejo utilizar varillas, este utensilio aporta aire a la hora de batir tanto si lo haces de forma manual como si utilizas una batidora.
Los ingredientes secos (harina, levadura química, cacao…) es mejor pasarlos por un tamiz o un colador, así eliminas grumos y aportas aire.
Antes de introducir el bizcocho en el horno déjalo reposar entre 3 y 5 minutos.
Verás cómo se forman unas pequeñas burbujas (de aire) en la masa, esto hará que el bizcocho salga más esponjoso.
Truco 4. ¿Qué molde utilizo?
- Moldes de Aluminio (los mejores para empezar).
El aluminio es un material ligero y muy buen conductor del calor. Suele ser el tipo de molde que más se ajusta al tiempo de la receta.
Como ventaja tengo que destacar la gran variedad de formas, tamaños y precios que existen en el mercado.
– Moldes redondos con «chimenea», ojo con estos, el bizcocho se cuece antes, quizás tengas que restar 3 o 4 minutos del tiempo total de horneado.
– Moldes alargados. Al contrario de los anteriores puede que tengas que sumar 2 o 3 minutos al tiempo de horno.
- Moldes de vidrio y cerámica:
Ni el vidrio ni la cerámica son buenos conductores del calor y por tanto necesitarás más tiempo de cocción que el indicado en la receta.
Estos moldes son rígidos, sin anilla para desmoldar, este detalle complica bastante la labor de desmoldado.
Solo te aconsejo este tipo de moldes si tienes bastante soltura horneando bizcochos.
Para tartas bajas o quiches funcionan de maravilla.
Le doy un punto a favor porque son mucho más bonitos y decorativos. Mira este.
- Moldes de silicona
Después de probar estos moldes he quedado gratamente sorprendida.
La cocción es buena y uniforme.
Son una auténtica maravilla a la hora de desmoldar, la silicona se despega literalmente del bizcocho como si fuese una piel.
La silicona es flexible y por tanto estos moldes son muy inestables, tienes que tener la precaución de colocar el molde en la parrilla del horno antes de echar la mezcla.
Me alucinan los diseños.
Estos con forma de flor, son muy bonitos.
Truco 5. Conoce a tu horno mejor que a ti mismo
Todo el cuidado que has tenido en la elaboración puede chafarse en el horno.
Para que no ocurra el desastre sigue estos sencillos pasos.
- Precalienta el horno 15 minutos antes de meter el bizcocho.
- No abras la puerta durante la primera media hora. Al abrir la puerta del horno se produce un cambio brusco de temperatura que puede arruinar la cocción.
- Coloca la rejilla en las guías centrales y el recipiente centrado sobre la rejilla.
Asegúrate de que tu horno reparte el calor de una forma homogénea.
De no ser así tienes que averiguar de qué «pie cojea».
Si tu horno calienta más por arriba coloca la rejilla en las guías inferiores, si calienta en exceso por abajo coloca la rejilla en la parte alta.
El aspecto final del bizcocho te da mucha información sobre la temperatura del horno.
Los bizcochos deben salir del horno con una forma ligeramente redondeada.
El volumen después de la cocción ha de ser el triple de la masa que has puesto.
Si el bizcocho ha crecido mucho pero formando un gran «bulto» en el centro la temperatura estaba muy alta.
Si apenas ha crecido o se ha hundido inmediatamente después de sacarlo es un síntoma de temperatura baja.
¿Crees que necesitas un horno nuevo?.
Antes de lanzarte a comprar un horno nuevo haz todas las pruebas que puedas.
El horno no es un electrodoméstico barato.
¿No tienes horno y te mueres por hacer bizcochos?.
Siempre hay una alternativa. Los hornos de sobremesa son una estupenda elección si careces de espacio.
Además, te lo puedes llevar de vacaciones a la casa de la playa o al camping.
Escoge uno que tenga suficiente capacidad, en general son muy pequeños.
Este tiene un buen tamaño.
Truco 6. Desmoldar justo a tiempo
No descuides ningún detalle. Sacar el bizcocho del molde en el momento oportuno es decisivo para que salga un bizcocho esponjoso.
Una vez que el tiempo de cocción haya finalizado pincha el bizcocho con un palillo para comprobar que esté bien cocido. El palillo debe salir limpio.
Sácalo del horno con cuidado, un golpe brusco en este momento puede hacer que el bizcocho pierda aire y se baje.
Deja enfriar unos 10 minutos hasta que puedas tocar el molde con las manos sin quemarte y procede a desmoldar con mucho cuidado para que no se rompa.
Coloca el bizcocho sobre una rejilla hasta que termine de enfriarse.
Es muy importante que el bizcocho no se pegue, por eso debes tener mucho cuidado y engrasar el molde correctamente o forrarlo con papel de horno.
Ahora ya conoces mis 6 trucos para hacer un bizcocho esponjoso y perfecto.
Empieza hoy mismo a hornear y verás los resultados.
Esto no es todo.
Te espero cada semana en mi blog con nuevas recetas, vídeos, trucos y sobre todo muchas ideas.
Me despido y quiero darte las gracias por dedicarme un poquito de tu tiempo.
Nos vemos pronto.
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Hola, yo tengo horno de sobremesa de 1600w. Pero todos los bizcochos o no suben y se queda la parte de arriba muy dorada y crujiente como costra. Por dentro el horno no es grande y el calor se reparte muy rápido tiene 4 alturas he probado en medio, nada, luego en la segunda fe abajo y tampoco resulta, caliento el horno 15 minutos hago bien la mezcla ingredientes, y nada, lo pongo a 180 grados 30 minutos y que no me sale, ya no se que mas hacer. Me podrías aconsejar. Muchas gracias.
Se me olvidaba tiene varias funciones: horno convencional,
tradicional,grilll, baño maría, repostería osea que hornea según el modo que le programes…no sé si tendrá algo que ver para hacer bizcochos….
Hola Inma;
Con las explicaciones que me das, te voy a decir lo que haría yo.
Función de horno convencional, calor arriba y abajo, temperatura 180º.
A los 5 minutos de meter el bizcocho, en la rejilla del medio, bajaría la temperatura a 170º. Así tardará un poco más pero ten en cuenta que el material y la forma del molde influyen en el tiempo. Mejor molde redondo de aluminio. No abras la puerta los primeros 20 minutos, si ves que se dora mucho por arriba, cubre con una hoja de papel de aluminio. Tiempo total 40-45 minutos.
Espero que así te salga bien, ya me contarás. 😉